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Es dificil

pegar los pedacitos de alma con plasticola

sólo para que puedas tocarla

Tu virtud, es tener la capacidad de alimentarla para que yo evite el uso indiscriminado de plasticola y deje de pegarme los dedos todo el tiempo, aunque confieso que es uno de esos pequeños placeres de la vida de los cuales te conté alguna que otra vez, como la lluvia de hojas en otoño, o el sonido de las mismas cuando las pisás.

Sobre autoplanteos, perdí la cuenta de cuantas veces pensé en correrme de vos e irme lejos, de mirarte desde la vereda de enfrente y sentirme orgullosa a escondidas, o guardarme en secreto las caricias que vos le hacés a mi alma sin darte cuenta.

Se que no te gusta que hable de estas cosas, como se que no te gusta que las sienta, pero la represión es algo que nunca toleré, al mismo tiempo que no tolero lastimarte, por eso perdí la cuenta de cuantas veces pensé en irme.

Y no, se me cierra el pecho si lo vuelvo a pensar.

Como alguna vez dije, esperé tanto por cruzarme a alguien así, que no puedo omitirte.

Con decirte que la semiótica tiene más sentido desde que entendiste mi propio lenguaje, ese que a veces no necesita palabras. Con decirte eso, no te alcanza?

o mejor dicho, alguna vez podría alcanzarte?

Pero, cierto, odiás las preguntas.